viernes, 21 de septiembre de 2018

EL JEFE DE LA BASE DECEPCIÓN PARTICIPÓ EN EL CAFÉ UFOLÓGICO RIO54

Los "cafés ufológicos" son reuniones mensuales a las que se accede libremente y solo se paga la consumición, en el valiente local gastronómico que acepta en sus mesas una reunión con decenas de entusiastas en los ovnis y temas conexos. Esta alternativa cultural se inició en 2010 cuando Mario Lupo y Rubén Morales lanzaron el pionero Café Ufológico RIO54 en el barrio de Caballito, Ciudad de Buenos Aires. Lo denominaron así porque en un comienzo las reuniones se hacían en un café situado en la calle Río de Janeiro Nº 54, pero actualmente se han trasladado al restó Bellagamba de Avellaneda y Eleodoro Lobos, donde se convocan puntualmente todos los primeros jueves de cada mes a las 18,30. Con el tiempo, la movida de los cafés ufológicos fue ganando habitués, así como se generaron nuevos puntos de encuentro con parecida modalidad en diversas ciudades de Argentina, además en Valencia (España), Quito (Ecuador) y Santiago de Chile.
El oficial Carlos C. Guari habla sobre su experiencia en la Base Decepción.
También en el Café Ufológico RIO54 fue presentada, en el año 2016, la primera edición del libro "Los ovnis de la Antártida" escrito por Rubén Morales, un libro que bien puede ser leído como un compendio de casos ovni en el continente blanco o -de otra manera- como un repertorio de anécdotas antárticas originales descriptas con rigor histórico. En otras palabras, esa obra llegó a dos públicos que a primera vista parecen muy separados: Por una parte a los aficionados a la ufología y por otra a los apasionados en las historias antárticas. Pero tal vez esos dos sectores no sean tan opuestos, la realidad siempre se impone por si misma y el Café Ufológico RIO54 de septiembre de 2018 fue honrado por la presencia del Teniente de Fragata Carlos Conrado Guari, quien el pasado verano fue Jefe de la Base Decepción en la Antártida Argentina, la misma base que en 1965 había sido el epicentro de las observaciones de ovnis que conmovieron a la prensa mundial. Carlos Guari comentó que llegó a ese destino con conocimiento previo sobre esos hechos, ya que se había informado sobre los relatos del Capitán Daniel Perissé, quien en 1965 era el comandante de dicha base y resultó ser un privilegiado protagonista de los avistamientos y -a posteriori- su principal investigador y comunicador.

El oficial Carlos Guari en Decepción. Fuente Gaceta Marinera.
En Decepción, la casa principal y la casa de emergencia son las mismas que estaban en los tiempos en que se denunciaron los ovnis. Carlos Guari explicó que cada año se trabaja en el mantenimiento y renovación de las instalaciones para conservarlas en óptimas condiciones de habitabilidad. También se encuentra en funcionamiento el sismógrafo, de gran utilidad científica teniendo en cuenta que toda la isla es un volcán activo, con fumarolas que emiten vapores sulfurosos en sus playas. Además esa base argentina siempre se destacó por ser una de las pocas en la Antártida que posee servicio de agua corriente, la que se extrae de una napa subterránea y se envía por un acueducto hasta la casa principal, a diferencia de la enorme mayoría de las bases antárticas, donde el personal todos los días debe dedicarse a la laboriosa tarea de "hacer agua" derritiendo bloques de nieve.

Rubén Morales, autor de "Los ovnis de la Antártida"
En su Salta natal a Guari siempre le atrajo la observación del cielo, aunque nunca vio algo fuera de lo conocido. Cuando estuvo en Decepción, inspirado por los avistamientos de 1965, solía aprovechar las muy pocas noches de cielo despejado que tiene esa isla para hacer salidas de observación junto con otros camaradas, en la esperanza de sorprender algún fenómeno aéreo inusual desde las solitarias playas de Puerto Foster. En esas excursiones vieron luces con desplazamientos continuos que son compatibles con satélites artificiales, nada fuera de lo común. 
Así es RIO54: Agradables charlas en un clima de amistad.
En cambio, sí hubo otro tipo de cosas que les causaron alguna inquietud. Ciertas noches se escuchaban sonidos que parecían emitidos por algún animal, pero cada vez que salían con las linternas no encontraban nada. Otra cosa curiosa fue que un integrante de la dotación tomó una foto nocturna del paisaje en la que se vislumbra una silueta humana cubierta por una capa amarilla con capucha, como si fuera un pescador, con la zona correspondiente al rostro totalmente oscura...

Bien se ha dicho que estar en la Antártida es lo más parecido a estar en otro planeta, y debe tomarse con naturalidad que en ese entorno desolado, de inmaculada pureza, se despierten en el alma humana percepciones sutiles que de ordinario están bloqueadas por el estrés, la rutina y la saturación sensorial de la artificial vida cotidiana en nuestro mundo civilizado.
Más información en: Blog del Café Ufológico RIO54

 

1 comentario:

  1. Lo que Guari vio y escucho fue Stephan, el fantasma de Decepción, que sale del cementerio que hay en la base inglesa y deambula de noche por la isla.
    Fatiga
    Miembro dotacion Decepcion 1965

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