Los "cafés ufológicos" son reuniones mensuales a las que se accede libremente y solo se paga la consumición, en el valiente local gastronómico que acepta en sus mesas una reunión con decenas de entusiastas en los ovnis y temas conexos. Esta alternativa cultural se inició en 2010 cuando Mario Lupo y Rubén Morales lanzaron el pionero Café Ufológico RIO54 en el barrio de Caballito, Ciudad de Buenos Aires. Lo denominaron así porque en un comienzo las reuniones se hacían en un café situado en la calle Río de Janeiro Nº 54, pero actualmente se han trasladado al restó Bellagamba de Avellaneda y Eleodoro Lobos, donde se convocan puntualmente todos los primeros jueves de cada mes a las 18,30. Con el tiempo, la movida de los cafés ufológicos fue ganando habitués, así como se generaron nuevos puntos de encuentro con parecida modalidad en diversas ciudades de Argentina, además en Valencia (España), Quito (Ecuador) y Santiago de Chile.
El oficial Carlos C. Guari habla sobre su experiencia en la Base Decepción.
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El oficial Carlos Guari en Decepción. Fuente Gaceta Marinera. |
En Decepción, la casa principal y la casa de emergencia son las mismas que estaban en los tiempos en que se denunciaron los ovnis. Carlos Guari explicó que cada año se trabaja en el mantenimiento y renovación de las instalaciones para conservarlas en óptimas condiciones de habitabilidad. También se encuentra en funcionamiento el sismógrafo, de gran utilidad científica teniendo en cuenta que toda la isla es un volcán activo, con fumarolas que emiten vapores sulfurosos en sus playas. Además esa base argentina siempre se destacó por ser una de las pocas en la Antártida que posee servicio de agua corriente, la que se extrae de una napa subterránea y se envía por un acueducto hasta la casa principal, a diferencia de la enorme mayoría de las bases antárticas, donde el personal todos los días debe dedicarse a la laboriosa tarea de "hacer agua" derritiendo bloques de nieve.
Rubén Morales, autor de "Los ovnis de la Antártida" |
Así es RIO54: Agradables charlas en un clima de amistad. |
Bien se ha dicho que estar en la Antártida es lo más parecido a estar en otro planeta, y debe tomarse con naturalidad que en ese entorno desolado, de inmaculada pureza, se despierten en el alma humana percepciones sutiles que de ordinario están bloqueadas por el estrés, la rutina y la saturación sensorial de la artificial vida cotidiana en nuestro mundo civilizado.
Más información en: Blog del Café Ufológico RIO54
Lo que Guari vio y escucho fue Stephan, el fantasma de Decepción, que sale del cementerio que hay en la base inglesa y deambula de noche por la isla.
ResponderEliminarFatiga
Miembro dotacion Decepcion 1965