martes, 31 de julio de 2018

OVNIS VERDADEROS Y OVNIS FALSOS EN LA ANTÁRTIDA

Es muy poco frecuente encontrar un artículo sobre ovnis -y más aún que los mencione en términos positivos- en el Polar Record, la muy científica publicación sobre investigaciones polares que edita la Universidad de Cambridge en Gran Bretaña. Y hay más, el artículo lo firma el respetado meteorólogo Rubens Junqueira Villela, un hombre que ha prestado servicios para organizaciones como la U.S. Navy, la NASA o Weather Channel. Además es el explorador antártico brasileño que llegó por primera vez al Polo Sur. Le agradecemos su autorización para traducir y publicar su artículo "A further Antarctic mith" en el blog de Antártida Enigmática. Pero hay otra cosa por decir: Villela está citado en el libro "Los ovnis de la Antártida" (p. 275 y ss.) como protagonista del caso titulado "16 de marzo de 1961. Un objeto luminoso inusual sorprende a un meteorólogo de un rompehielos de EE.UU." Medio siglo después, en este artículo, Villela ratifica la extrañeza de lo que observó: "en mi opinión, debería ser clasificado como un verdadero ovni". También expresa su enojo por la forma en que fueron tergiversadas sus declaraciones por autores sensacionalistas y concluye que "Teniendo en cuenta tales citas falsas y mentiras escritas sobre mis propios informes, no es de extrañar que la ufología se haya convertido en una materia tan desacreditada. Esto es desafortunado ya que, basado en otras experiencias, pienso que el tema de los ovnis es un asunto serio y merecería mucha más atención por parte de los científicos. La Antártida es el escenario de muchos y bien documentados avistamientos de ovnis y otros fenómenos relacionados."



Un mito antártico más
  
Por Rubens Junqueira Villela

Quiero referirme al interesante artículo de Summerhayes y Beeching titulado "La base antártica de Hitler: Mito y realidad" publicado en el número de enero de 2007 de Polar Record (Summerhayes y Beeching 2007) [Puede verse en español en la web de Histarmar]. Se podría argumentar que semejante examen detallado de tales historias obviamente falsas sobre las actividades nazis en la Antártida fue un uso antieconómico del tiempo y del esfuerzo de tales distinguidos investigadores, si no fuera por la generalizada difusión que tales cuentos sofisticados y engañosos han ganado en años recientes. Tal vez lo más importante es que el artículo contribuye con información nueva y más completa sobre aspectos poco conocidos de la historia de la Antártida, más allá de la Expedición Schwabenland en sí. Estos aspectos incluyen la Operación Tabarin (responsable de la primera ocupación efectiva permanente del continente), la actividad de los U-boat en el Atlántico Sur, la Operación Highjump y las explosiones nucleares Argus. De hecho son todos temas muy interesantes y bien vale la pena escribir y leer al respecto.
Me gustaría contribuir con otro ejemplo, basado en mi experiencia personal, de cómo ese mito edifica relatos fantasiosos que son construidos por autores que parecen ajenos a la realidad antártica y probablemente aprovechan el alto nivel de ignorancia que aún prevalece en el público masivo acerca de las regiones polares para vender sus mercancías.En 1960-1961 fui corresponsal de prensa y observador científico por Brasil en la U.S. Navy Operation Deep Freeze, viajando a bordo del U.S.S. Glacier, buque que iba acompañado por otro rompehielos, el U.S.S. Staten Island, para explorar un sector desconocido de la costa sur del Mar de Bellingshausen. Los barcos llegaron a la posición 72º 28' S; 91º 42' W, un record de penetración en el pesado pack de hielo de Eights Coast (McDonald 1962, 1963).

Fig. 1 - Base G de Gran Bretaña.
Luego el Glacier siguió rumbo al área de la Península Antártica y las Islas Shetland del Sur, y mientras estábamos anclados en Martel Inlet, dentro de la Bahía del Almirantazgo, Isla del Rey Jorge, fuimos testigos de un extraño fenómeno aéreo luminoso, parecido a un meteorito pero que, en mi opinión, debería ser clasificado como un verdadero ovni. La fecha era el 16 de marzo de 1961, y no el "27 de enero de 1962", como se cita en algunas fuentes disponibles en la web. Casi 23 años después (el 6 de febrero de 1984), me tocaría ser testigo en el mismo lugar de la inauguración de la primera base brasileña en la Antártida, la Estación Antártica Comandante Ferraz, erigida cerca de la antigua base británica G establecida en 1947, la cual recién había sido abandonada por el Reino Unido cuando llegamos allí con el Glacier [en 1961] (Fig. 1).

De vuelta al Brasil, mi crónica periodística sobre la expedición Deep Freeze 1960/1961 apareció en el periódico Folha de Sao Paulo, en una serie de 20 publicaciones (Villela 1961). Las partes 17, 18 y 19 (correspondientes a las ediciones del 8, 9 y 10 de junio respectivamente) se refieren al episodio del "ovni" y a nuestra dificultosa visita a la Base G en tierra para investigar si esa luz podría haber sido disparada con una pistola de bengalas por alguien que necesitaba ayuda.

Otros relatos originales que escribí se publicaron tal como figuran en las referencias (Villela 1968, 1979, 1998). Además se puede encontrar una cita confiable en un libro del investigador de ovnis Timothy Good (Good 2000: 20-25).

Tal como se ha publicado (Villela 1979, 1998; Good 2000), cuando trabajé para la NASA en el Goddard Space Flight Center entre octubre de 1962 a junio de 1963, llené un formulario del NICAP (Comité Nacional Investigador de Fenómenos Aéreos), a petición de un compañero científico, sobre mi avistamiento en la Bahía del Almirantazgo y se publicó un resumen en el informe anual del NICAP.

A fines de 1975, una señora me envió una carta con fotocopias de un par de páginas del libro de Ivan T. Sanderson "Invisible residents" (Sanderson 1970: 3). Quedé estupefacto al ver la forma en que este escritor había falsificado completamente mi observación de 1961. Intenté escribirle a Sanderson para reclamarle, pero me di por vencido al enterarme que ya se había producido su muerte. Presumiblemente, Sanderson se había inspirado en el informe publicado por el NICAP.


Luego, aparentemente, el libro de Sanderson inspiró a otro autor, Edwin Corley, quien mencionó mi nombre y el avistamiento en su novela Sargasso (Corley 1977). Cito de la edición de bolsillo, p.160:

"¿Alguna vez o hablar de la Operación Deep Freeze?"… "Fue un proyecto de la Marina de los EE. UU. en el Polo Sur. Un rompehielos estaba estacionado en la Bahía del Almirantazgo. El Dr. R.J. Villela, un científico de Brasil, estaba en cubierta cuando escuchó un fantástico estampido en el hielo circundante. Vio grandes trozos de hielo arrojados al aire. Y el agua, cuando se dejó ver, estaba hirviendo".

En verdad, el objeto que vi era silencioso, su trayectoria fue casi horizontal, y no había pack congelado en Martel Inlet, solo pequeños trozos de hielo a la deriva, además de algunos icebergs. Este libro de ficción fue publicado más tarde en Brasil con el título (traducido al español) "Mar de los Sargazos: Así son las muertes en el Triángulo de las Bermudas" (Corley 1978).

El editor fue lo suficientemente consciente como para ubicarme en Sao Paulo y consultarme si podía confirmar esa historia. Por eso se agregó una nota al pie en la edición brasileña (Corley 1978: 137) que dice: "Según él [Rubens Junqueira Villela], el objeto no salió del fondo del mar, rompiendo la capa de hielo. Cuando se lo vio, daba la impresión de venir desde detrás de las montañas que rodeaban a la Bahía del Almirantazgo; en vuelo horizontal, desapareciendo en el lado opuesto…"  Y a esto puedo agregar que nunca me sentí "estremecido casi fuera del cuerpo y de la mente" como Sanderson indica, simplemente quedé intrigado y maravillado ante esa observación.

Tapa de "Secret of the ages"
Finalmente, el libro de Brinsley LePoer Trench "Secret of the ages: UFOs from inside the Earth" (LePoer Trench 1976) tiene una ilustración de portada que parece inspirada exactamente en la historia de Sanderson, de hecho el paisaje muestra una fuerte semejanza con el verdadero entorno de la Bahía del Almirantazgo. Pero no hay ninguna mención a mi persona o a la Bahía del Almirantazgo en el libro.

También me fastidian particularmente las historias fantásticas hiladas alrededor de Operación Highjump y el Almirante Byrd. Como radioaficionado y radioescucha de onda corta, pude monitorear las comunicaciones en código morse de Highjump en 1946-1947 y he escrito informes al respecto que se publicaron en revistas de radioaficionados de los Estados Unidos y del Reino Unido (Villela 1948). Hubo que esperar 43 años hasta que publicara un trabajo con un título similar, esta vez en Polar Record (Villela 1991).

Teniendo en cuenta tales citas falsas y mentiras escritas sobre mis propios informes, no es de extrañar que la ufología se haya convertido en una materia tan desacreditada. Esto es desafortunado ya que, basado en otras experiencias (Villela 1979, Good 2000), pienso que el tema de los ovnis es un asunto serio y merecería mucha más atención por parte de los científicos. La Antártida es el escenario de muchos y bien documentados avistamientos de ovnis y otros fenómenos relacionados.

 

REFERENCIAS:

Corley, E. 1977. Sargasso. New York: Dell.
Corley, E. 1978. O mar de Sargaços: assim se morre no Triangulo das Bermudas [Sargasso Sea: how death comes about in the Bermuda Triangle]. Sao Paulo: Lampiao.
Good, T. 2000. Unearthly disclosure. London: Century.
LePoer Trench, B. 1976. Secret of the ages: UFOs from inside the Earth. St. Albans: Panther.
McDonald, E.A. 1962. Exploring Antarctica’s phantom coast. National Geographic Magazine 21(2): 251– 273.
McDonald, E.A. 1963. Charting the coast of Antarctica (Part 1). Geographical Journal 139: 8–13.
Sanderson, I.T. 1970. Invisible residents. Cleveland and Nelson: World Publishing Company.
Summerhayes, C., and P. Beeching. 2007. Hitler’s Antarctic base: the myth and the reality. Polar Record 43(224): 1–21.
Villela, R.J. 1948. SW transmissions from the Antarctic. Short Wave News 3(9): 237–239, 3(10): 264–266.
Villela, R.J. 1961. Operaçao Congelada: relato de uma viagem ao continente gelado [Operation Deep Freeze — report on a voyage to the frozen continent]. Folha de S.Paulo, 20 May to 11 June (20 part series).
Villela, R.J. 1968. Baie de l’Amirauté, 16 mars 1961: une observation par M. Rubens Junqueira Villela. Phénomenes Spatiaux 16: 17–23.
Villela, R.J. 1979. Envolvimento crescente em quatro observaçoes de OVNIs [Increasing involvement in four UFO observations]. Disco Voador 1(3): 18–34.
Villela, R.J. 1991. Radio weather transmissions in the Antarctic. Polar Record 27(161): 103–114.
Villela, R.J. 1998. Discos voadores na Antartida [Flying saucers in Antarctica]. Revista UFO Brasil 58: 22–27 (May) (Reproduced in English as ‘UFOs in Antarctica’. UFO Magazine (UK), November–December 1998: 10–13).

 
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Fuente: Polar Record 44 (228), pp. 83-84 (2008). Impreso en Reino Unido.
https://www.cambridge.org/core/services/aop-cambridge-core/content/view/FE306128A9700671894C087CA78DEA3C/S003224740700695Xa.pdf/a-further-antarctic-myth.pdf




miércoles, 25 de julio de 2018

EXCLUSIVO: DESCLASIFICAN UN EXPEDIENTE BRITÁNICO REVELADOR SOBRE LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA

Por Rubén Gurú Morales

Los Archivos Nacionales Británicos desclasificaron un expediente que revela la observación de un ovni desde una base antártica británica en 1965. Es un documento del más alto nivel, firmado por el histórico director del British Antarctic Survey, Sir Vivian Fuchs y dirigido al ministro de defensa R. A. Langton. Es la prueba oficial, decisiva, incuestionable, de que sobre la Isla Decepción se reportó un ovni con un extraño desplazamiento en zig-zag el 2 de julio de 1965. El nuevo "Expediente X" británico ratifica los hechos detallados en el libro "Los ovnis de la Antártida", cuya segunda edición se ha publicado en la Argentina en 2018.

El "Expediente X" del ovni visto por los británicos en Isla Decepción el 2 de julio de 1965.

Un poco de historia para poder entender
En julio de 1965 los diarios de todo el mundo anunciaron con grandes titulares que se habían visto ovnis sobre la Antártida, puntualmente desde el Destacamento Naval Orcadas (Argentina) y desde otras tres bases que operaban en la Isla Decepción, una de Chile, otra británica y la tercera argentina. Se decía también que esos tres países habían informado oficialmente. Sin embargo, cuando fue necesario revisar las fuentes primarias originales para realizar el libro "Los ovnis de la Antártida" este autor se encontró con una situación más compleja: Ciertamente había cuatro reportes oficiales: dos comunicados de la FACh (Fuerza Aérea de Chile) y otros dos informativos lanzados por la Secretaría de Marina de la República Argentina. De Inglaterra, nada.


Primera evidencia, el comunicado de la FACh
Los cuatro boletines chilenos y argentinos aseguraban la extrañeza de las luces vistas desde sus respectivas bases. Otra observación fechada el 2 de julio realizada por personal británico desde la "Base B" en Isla Decepción solo estaba citada como comentario en el boletín de la FACh publicado en los matutinos santiaguinos el 6 de julio de 1965. Esa era la única fuente primaria que hablaba de "los ovnis de los ingleses" -como se los menciona en Capítulo X del libro, sin que fuera posible encontrar en los medios de entonces fuentes de origen británico.

En ese escenario, el autor pudo obtener el testimonio de dos invernantes argentinos en el Destacamento Naval Decepción, el capitán Daniel Perissé (quien fue comandante de la base en 1965) y el agente civil Hugo Stanich (meteorólogo), ambos coincidían en que la observación desde Base B era fidedigna, que los ingleses la habían comentado con sus vecinos argentinos en la isla por radio y también que la habían reportado a Londres, pero luego se alarmaron al ver que esas noticias tomaban estado público y trataron de explicar que todo había sido una broma -recordaba Stanich quien también afirmaba que hubo discusiones por radio, en las cuales los argentinos criticaron a los ingleses por haberse retractado de sus primeras declaraciones.

El autor del presente artículo logró contactar con Peter Bird, uno de los 8 integrantes de la dotación de la Base B en 1965 y, pasados tantos años, Peter no recordaba nada del incidente, ni a favor ni en contra, sencillamente lo había olvidado. Cabía preguntarse ¿Habría existido realmente ese extraño avistaje del 2 de julio? El comunicado chileno continuaba siendo la única fuente documental, pero era una fuente de segunda mano...

Segunda evidencia, el reporte de Bernard Chappel
Tratando de destrabar el problema, Bird inició su propia pesquisa desde Cambridge y empezó por consultar a sus antiguos camaradas antárticos. Fue así que en 2007 habló con Bernard Chappel, quien resultó ser el principal testigo del ovni del 2 de julio. Entonces Chappel envió un detallado informe al autor del presente artículo
y ese interesantísimo caso se puede leer completo en el Capítulo X del libro "Los ovnis de la Antártida".
 
Tercera evidencia, el diario de Jeff McDermott
En 2017 Peter Bird publicó un artículo en la prestigiosa British Antarctic Survey Club Magazine con atinados comentarios acerca del libro "Los ovnis de la Antártida", pero antes de hacerlo realizó una verificación más, consultó a otro compañero antártico, el mecánico de la RAF Jeff McDermott, el cual -a diferencia de Peter- conservaba celosamente un diario manuscrito donde detallaba todos los acontecimientos de aquella invernada de 1965. Y la página del diario correspondiente al 3 de julio fue la nueva prueba documental de la observación realizada el día anterior por Bernard Chappel y otros en la Base B (Ver en este mismo blog "Hallan en Inglaterra nueva evidencia sobre los ovnis vistos en la Isla Decepción").

Cuarta evidencia, la definitiva, el expediente desclasificado
La historia de "los ovnis de los ingleses" había tenido un comienzo con pruebas débiles, apenas la mención en un comunicado chileno y los recuerdos de algunos invernantes argentinos. Todo cambió con el relato en primera persona de Bernard Chappel dando detalles de su avistamiento, luego el diario de McDermott lo ratificó a pleno. Bien. Pero eran dos testimonios personales, faltaba encontrar un documento oficial. Y el "expediente X" finalmente apareció, lo descubrió el oficial de la Aeronáutica brasileña Rodrigo Moura Visoni entre los nuevos archivos desclasificados en Inglaterra y le agradecemos vivamente comunicarnos este hallazgo.

El documento, de una carilla, sin ninguna tachadura, tiene las mejores credenciales: Lleva el membrete del British Antarctic Survey, está dirigido al mismísimo ministro de Defensa R. A. Langton y está firmado por el director del BAS, el célebre expedicionario antártico Sir Vivian Fuchs. Está fechado el 22 de octubre de 1965 y dice textualmente:

Estimado Sr. Langton

El 12 de julio de este año, la base del British Antarctic Survey en Isla Decepción (62 59'S, 60 34'W) informó lo siguiente, que cito según lo solicitado:

"La base argentina (en Isla Decepción) observó una luz de colores y en movimiento el 7 y 20 de junio y el 3 de julio. La base chilena (también en Decepción) hizo observaciones similares en las dos últimas fechas. Una luz roja-verde-amarilla parpadeante fue observada desde la base británica a las 2300 Z el 2 de julio hacia el norte, se había movido rápidamente en dos oleadas desde el oeste, luego retrocedió a lo largo de ese curso durante una corta distancia antes de regresar de nuevo al norte, donde permaneció estacionaria durante unos 20 minutos".

Creo que debería comentar que nuestra gente en la Antártida no consideró al evento lo suficientemente importante como para hacer comentarios hasta que se lo pregunté. Solicité información debido a la presión de la B.B.C., la N.B.C. y la prensa que actuaba en base a un boletín de noticias distribuido desde Argentina.

Muy atentamente
 (firma)
V. E. Fuchs

En síntesis, y en homenaje a la verdad

Cabe hacer unos comentarios sobre este documento. Como se deduce de las propias palabras de Fuchs, es un texto escrito tarde y a desgano, impulsado por la presión (sic) del periodismo. Ese mismo fastidio se traslada a una descripción errónea de los avistamientos
chilenos y argentinos, pero la verdadera importancia del documento es indudablemente política ya que prueba, de manera oficial, que el 2 de julio de 1965, personal británico desde Base B en Isla Decepción observó un fenómeno inexplicado, que el mismo fue informado al BAS diez días después y el 22 de octubre al Ministerio de Defensa. A partir de ese momento se selló el secreto oficial y el expediente permaneció clasificado durante más de medio siglo. Los argentinos Stanich y Perissé no se equivocaban al afirmar que los ingleses vieron al ovni, lo informaron a sus mandos y luego se llamaron a silencio. Ya ambos han fallecido, lamentablemente, pero la historia les ha dado la razón. Que sea a su memoria.

Hay algo más, en el mismo paquete de archivos desclasificados del Ministerio de Defensa Británico aparecen las cartas enviadas por investigadores civiles y grupos de estu
dio de diversas partes del mundo que reclamaban información sobre esa observación antártica, cartas que no fueron contestadas o bien respondidas con evasivas. Muchos de esos ufólogos que firmaban las cartas en 1965, esperanzados en obtener una respuesta oficial, llegaron a sus últimos días sin recibir nada, aunque esa respuesta existía, estaba bien guardada y recién ahora se desclasifica. Como moraleja, la insistencia de esos ufólogos entusiastas y la presión (repetimos la palabra de Fuchs) del periodismo fueron claves para que el jefe del BAS tomara la decisión de informar al ministro y redactara el expediente que ahora sale a luz.

En el Capítulo XII del libro "Los ovnis de la Antártida" se destaca y analiza la importancia de los procesos de opinión pública que entraron en juego durante los acontecimientos ufológicos de 1965, gracias a los cuales, en última instancia, se conservó mucha de la información que de otro modo se hubiera perdido sin remedio, de lo cual -como queda dicho- es un ejemplo el expediente presentado aquí.

miércoles, 18 de julio de 2018

CÓMO CONSEGUIR EL LIBRO "LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA" EN EL PAÍS

Además de los canales directos de distribución en CABA y por Mercado Libre al país, desde la editorial Grupo Argentinidad confirman que ya la segunda edición de "Los ovnis de la Antártida" se encuentra disponible en las librerías de la siguiente lista. Por primera vez se abre su entrega al circuito de librerías. Se agradecerá a los amigos de esas ciudades que lo vean exhibido si pueden enviar una foto para publicar aquí. ¡Gracias!


BUENOS AIRES
Boutique del Libro – Adrogué
Libros Böhm – Pinamar
El Alígero Dante – Mar del Plata
Yenny El Ateneo – Mar del Plata
Agencia Sur – Bahía Blanca
Yenny El Ateneo – Bahía Blanca
Agencia Sur – Punta Alta


CORRIENTES
Yenny El Ateneo - Corrientes


CHUBUT
Agencia Sur – Trelew


MENDOZA
Yenny El Ateneo – Mendoza
Librería Técnica – Mendoza
Yenny El Ateneo – Godoy Cruz
Yenny El Ateneo – Villa Nueva Guaymallén


SAN JUAN
Cuspide – San Juan


SANTA FE
Cuspide – Rosario


SANTIAGO DEL ESTERO
Cuspide – Santiago del Estero


TIERRA DEL FUEGO
Librería Rayuela - Río Grande


TUCUMÁN
Cuspide – San Miguel de Tucumán
Yenny El Ateneo – Yerba Buena


Informaremos sobre otros puntos de venta en el país y en el exterior.

EMOTIVO MENSAJE DEL METEORÓLOGO RUBENS JUNQUEIRA VILLELA


El científico brasileño Rubens Junqueira Villela, meteorólogo antártico y radiotelegrafista, está citado el el libro "Los ovnis de la Antártida" (Pág. 275 y ss. en la segunda edición) por haber protagonizado el avistamiento de un original fenómeno aéreo en la Bahía del Almirantazgo el 16 de marzo de 1961. En Brasil es un héroe antártico, fue el primer brasileño que logró pisar el Polo Sur. Su destacada trayectoria profesional incluye organismos como la NASA y Weather Channel. Ahora ha enviado un mensaje al autor de "Los ovnis de la Antártida" donde expresa -en perfecto español- que se siente "feliz y honrado" por haber recibido esa obra, pero además su mensaje es un saludo de fraternidad hacia los antárticos argentinos que merece ser compartido. Ah, también adjunta su último trabajo sobre climatología del Atlántico Sur (texto en inglés, sumamente técnico, 19 páginas) y anuncia que está trabajando en un nuevo estudio científico que se publicará en breve... Solo cabe agregar que Rubens Junqueira Villela tiene 88 años, todo un ejemplo a seguir!
Le expresamos un sincero agradecimiento y copiamos su mensaje a continuación:


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"Carísimo Rubén Morales
Al instante de recibir ahora por correo su bello libro "Los ovnis de la Antártida" (ed. 2018) ¡lo siento como un real regalo!. Para no caer en el mismo error anterior, cuando compré la edición en portugués de la UFO y tardé en actuar (por las circunstancias de entonces), dejando pasar demasiado tiempo, le escribo en seguida, con el objeto, primero, de agradecer por la atención y gentileza, también felicitarlo por el interés y calidad de su trabajo.

En el libro Ud. habla de tantas cosas que me son caras y próximas -además de los ovnis, por supuesto-, tales como la Antártida, los meteorólogos (o 'mentirólogos' como decían en chiste los colegas de Río Gallegos donde trabajamos un mes juntos, en la misión Anti-hielo del avión "Bandeirantes" de la Embraer en el 77), los radiotelegrafistas (mi primera profesión), los antárticos todos (hace mucho que tengo gran respeto y admiración por la labor argentina en el Continente Blanco ¡y participé en el Congreso Antártico de Buenos Aires de 1959!), por Daniel Perissé en particular (quisiera haberlo conocido personalmente), etc. 
Por ahora no puedo alargarme mucho puesto que inicio otro trabajo científico (adjunto copia de mi trabajo anterior), ¡pero mucho tenemos para hablar e intercambiar historias!
Muchas gracias amigo, un fuerte y fraternal abrazo
Rubens J. Villela"
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TESTIGO CLAVE CONFIRMA LA AUTENTICIDAD Y GRAN EXTRAÑEZA DE UN AVISTAMIENTO DESCRIPTO EN EL LIBRO “LOS OVNIS DE LA ANTÁRTIDA”

Es uno de los casos más increíbles documentados en el libro escrito por el Prof. Rubén “Gurú” Morales, tanto es así que en la primera edici...